sábado, 15 de febrero de 2014

Reminiscencias



Reminiscencias de ti,
Luz tenue que se torna clara.
Ala caída, que no alcanza el suelo,
de la paloma blanca que no llega.
Garganta que grita
lamentos ahogados en vino.
Vientre de los desamparados.
Lamentos ahogados,
lamentos, lamentos ….
Una noche sin fin,
más oscura y larga que ninguna.
Mis latidos, fuertes y acelerados.
Lamentos, lamentos ….
Y más lamentos
que ahogan mis ilusiones,
que quiebran el ritmo de mi vida.
siguen los lamentos,
pero no amanece.


Josecho Vía

Problemas de geografía personal



Nunca sé despedirme de , siempre me quedo
con el frío de alguna palabra que no he dicho,

con un malentendido que temer,
ese hueco de torpe inexistencia
que a veces, gota a gota, se convierte
en desesperación.

Nunca se despedirme de , porque no soy
el viajero que cruza por la gente,

el que va de aeropuerto en aeropuerto
o el que mira los coches, en dirección contraria,
corriendo a la ciudad
en la que acabas de quedarte.

Nunca sé despedirme, porque soy
un ciego que tantea por el túnel

de tu mano y tus labios cuando dicen adiós,
un ciego que tropieza con los malentendidos
y con esas palabras
que no saben pronunciar.

Extrañado de amor,
nunca puedo alejarme de todo lo que eres.

En un hueco de torpe inexistencia,
me voy de mí
camino a la nada.



Luis Garcia Montero

lunes, 10 de febrero de 2014

Lágrima



Una lágrima recorre mi mejilla
lentamente, sin prisa,
para caer finalmente
sobre tu vientre desnudo.

Indiferente al silencio,
desconcertada pero conocedora
del por qué de su camino:
¡Sabe que jamás volveré a verte!
.
Maldigo la felicidad
que se presenta para anunciar
 que no es posi­ble,
que no tiene continuidad.

Que te esclaviza a tus recuerdos
para vivir de tu pasado con nostalgia,
para anunciar un futuro
 sin sentimientos, sin ti.

Reviviré tiernas escenas
que me elevarán a lo más alto,
para caer en picado
ante la cruda realidad.

Y te contemplo, dormida,
mientras pienso en la ruptura
del lazo que nos une.

Y sigo llorando, en silencio,
mientras suelto el hilo
de nuestra cometa.


Josecho Vía

jueves, 6 de febrero de 2014

Poema 15 (Veinte Poemas de Amor y una canción desesperada)




Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma

emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.


Pablo Neruda